Para 20 a 25 buñuelos
1.- Puedes preparar la crema pastelera al fuego o al microondas. Vierte en un cazo la leche y la maicena y mezcla con unas varillas. Añade las yemas de huevo, el azúcar y un poco de vainilla. Bate de nuevo. Lleva el cazo al fuego y, sin dejar de remover con las varillas, calienta a fuego moderado hasta que espese. Cuando la crema haya espesado, retira del fuego. Vierte la crema pastelera en un plato y tapa con film, haciendo que el film esté en contacto con la crema. De esta manera, evitarás que se seque y forme costra. Deja enfriar a temperatura ambiente y, luego, llévalo a la nevera hasta el momento de usarla.
Si la preparas en el microondas, deberás calentar en un recipiente apto y sacarlo cada minuto para batir la crema. Cuando salga espesa, ya puedes verterla en un plato y seguir los pasos que te acabo de indicar.
1.- Mezcla el azúcar con la nata bien fría. Bate primero con poca potencia y, luego,ve aumentando la potencia. Cuando veas que la nata ya ha espesado, ya la puedes guardar en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.
1.- Calienta el agua al fuego. Añade uno o dos trozos de piel de limón (puedes ayudarte de un pelador para cortar la piel de limón muy fina y sin la parte blanca), la mantequilla y una pizca de sal. Deja que hierva hasta que se derrita la mantequilla y retira la piel del limón.
2.- Mezcla harina y la levadura química o polvo de hornear. Vuelca de golpe esta harina en el cazo de agua hirviendo y, sin retirar del fuego, remueve hasta obtener una masa muy dura. Retira del fuego y sigue mezclando. Deja reposar durante 5 minutos.
3.- Añade un huevo a la masa y remueve hasta que se integre y la masa tenga una consistencia muy espesa. Añade el segundo huevo, mezcla de nuevo y así sucesivamente hasta haber incorporado los cuatro huevos. Es importante añadirlos de uno en uno. Debes obtener una masa cremosa y algo espesa.
5.- A la vez que se fríen, verás que se van girando
ellos solos. Puedes moverlos para separarlos y que tengan espacio
suficiente para darse la vuelta. Cada uno de los buñuelos va a abrirse
y, con ello, saldrá la parte de dentro cruda y crecerá hasta quedar
totalmente hueco por dentro.
-Este es el TRUCO: deja que crezcan y no te apures si se abren, es lo normal para conseguir que queden huecos.
5.- Cuando estén bien dorados, saca los buñuelos a un plato con papel absorbente y pásalos inmediatamente por el azúcar sin dejar que se enfríen. Cuando se enfrían, el azúcar ya no se adhiere.
6.- Para
rellenar los buñuelos de viento, hazles un pequeño corte con unas
tijeras y con la ayuda de una cuchara o de la manga pastelera,
rellénalos al gusto con la nata o la crema bien frías. También puedes
rellenarlas con las dos.
Los buñuelos, una vez rellenos, debes guardarlos en el frigorífico porque la nata se estropea con mucha facilidad.
Puedes sustituir el agua de los buñuelos por leche si lo deseas.
Si quieres rellenarlos sin hacer ninguna preparación, puedes usar mousse ya preparada, natillas o nata en spray de venta en el supermercado.